«Un Día Medieval» se compone de cuatro bloques escénicos diferentes, llenas de encanto y efectos especiales que, sin duda alguna, harán las delicias de peregrinos y curiosos a lo largo del año. La primera de estas actividades es un «pasacalles» en el que, aprovechando el marco del monasterio de Santo Toribio de Liébana, se escenifica un juicio por brujería.
El pasacalles está dirigido por Nacho Fernández y Pablo Iglesias, actores además que destacan por su habilidad sobre el caballo. Ambos dan vida a sendos personajes cuya misión es cabalgar a lomos de blancos jamelgos. Laura Orduña, la en el papel de bruja, ve desde la jaula la lucha incontinente entre el bien y el mal. Custodiada por dos lanceros, uno de ellos con una prominente joroba, muestra en su rostro la tragedia de quien ve en el cadalso el final de su vida. Un monje loco, escapado de algún convento, atemoriza tanto a la bruja como al público allí asistente con las profecías del Apocalipsis
