PASACALLES MITOLÓGICO CÁNTABRO

El Musgosu es un personaje de la mitología cántabra. Hombre bondadoso y compasivo solo vive para hacer el bien en los montes de Cantabria. Se le ve caminado lentamente por las brañas, vestido con su zamarra de musgo seco, sombrero de hojas y escarpines de piel de lobo. De su zurrón saca una flauta de una extraña madera con la que toca dulces y tristes melodías que ayudan a guiar a los pastores perdidos y les apremia a refugiar su rebaño ante la llegada de las tormentas. Al caer el sol silba desde lo alto de las cumbres si algún peligro se cierne sobre ellos por la noche. Otras veces les alerta mediante ruidos característicos como el desgajar de una quima o el de una piedra al rodar monte abajo.
De aire cansado pero infatigable, alto, de aspecto enjuto, con pequeños ojos hundidos y con barba, el Musgosu es respetado por los montañeses porque les ayuda a reconstruir las cabañas de los vaqueros derribadas por los temporales en invierno y a limpiar las fuentes para que pueda abrevar el ganado durante el verano. Solo se le ve de lejos, caminando por las empinadas veredas que suben a las brañas, y nadie ha oído nunca su voz.